Está fue la primera que tuve en mis manos, suave y tan
bonita que me daba miedo usar, pero poco a poco fui perdiendo ese miedo.
Luego Merche nos enseño el modelo tan chulo que había hecho
ella, y entonces fue cuando decidí hablar con la profe para hacer el mío
propio.
Me gusto mucho la experiencia de hacer esta funda, ya que no
solo tuve que sacar patrones y coserla, sino que también me toco rebuscar entre
las cosas que había por casa y luego ir de tiendas a buscar las telas y parte del
material que iba a necesitar, para esta ocasión y no tenía.
Y como ya es costumbre en mi, las fundas van de tres en tres.
Las clases de costura no solo fomentan mi creatividad y mi visión en 3D, que en ocasiones está dormida, sino que también me ofrece momentos de calma y concentración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario