Estos días he estado un poco atareada, como cada año
por estas fechas pienso y hago la firme promesa (como la mayoría) de apuntarme,
e ir (fundamental) al gimnasio.
¡Heme aquí! cosiendo una mochila un poco diferente,
más que nada por dar la nota.
Hace tiempo que la vi en la revista Burda
Patchwork bolsos nº 1, en aquella época ya quería hacerla. Ahora ha llegado el
momento y la excusa perfecta. Sobre todo me gusta la combinación de colores.
He procurado ceñirme al original, pero como la quería
un poco más grande (para que entre las zapatillas, la toalla, el neceser (que
también tendré que hacer), etc.)
Un centímetro por aquí, dos por allá y así de grande
ha quedado. Es verdad, cabe todo. Además es única y no se confunde con ninguna
otra.
Llevo una semana y me encuentro mucho más ligera, si
no me acobardo y sigo así, cuando llegue el verano estaré todavía mejor.
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