Generalmente no me gusta el frio, sobre todo cuando es
extremo, pero esos días fresquitos sí que me agradan, puedes hacer cantidad de
cosas y no te sofocas, terminas contenta por todo lo realizado.
En esta ocasión he elegido un Kimono que encontré un día
trasteando por Internet, y desde el mismo momento que lo vi me gusto el modelo,
las explicaciones eran un poco parcas, y como ya tenía en mente realizarlo,
creí que la mejor opción para resolver mis dudas era aprovechar el viaje a
Biarrizt, (feria Internacional del Patchwork), y allí comentarlo y compartirlo con mis compis de faenas, entre todas
completaríamos las explicaciones, y daríamos más vida y alegría a una labor que
requiere tiempo.
Después del viaje me puse manos a la obra, tocaba elegir una
lana que se tejiera bien y además que
fuera muy agradable al tacto.
Lo he realizado a ganchillo, a punto alto, que es un punto
que se trabaja bien, y avanzas muy rápido.
Ha quedado perfecta y es muy ponible. Ahora solo falta que el tiempo acompañe un
poquito, y poder disfrutar de la primavera.