Y así empezó todo.
Tocando el despertado a las 06:30, una hora más tarde de lo habitual, pero 3 más pronto de lo normal para un sábado, el motivo lo requería, nos íbamos a Biarritz, a la feria de "Quilt en Sud".
Dos años esperando, pero por fin, ¡llegó el día!
Las sorpresas fueron los regalos de dos amigas un cupe cake, para cada una, y así darnos fuerzas, seguido de unas alpargatas para aguantar la caminata.
El viaje en el autobús fue entretenido, mientras unas dormíamos o mirábamos por la ventana, otras hacían ganchillo. Y así, llegamos a la feria.
En esta ocasión era un recinto ferial, en donde se desarrollaba todo, tanto las exposiciones, demostraciones, desfiles y zona de compras, no estaba muy concurrido y se podía ver bien, aunque los puestos estaban muy juntos y los pasillos eran estrechos.
Las exposiciones eran muy variopintas podías encontrarte una de la India o Afganistán, como una de ropa interior picante, junto a las obras de una "artista" en el patchwork.
Los expositores eran escasos y poco variados, aunque sí que encontramos cosillas de interés. ¡Y cómo no! hemos hecho nuestras compras, y ya tenemos labores para disfrutar este verano bajo el guindo.
Nos falto tiempo para disfrutar de Biarritz, pero me quite las ganas de pisar la playa y sentir la brisa del mar.
Cuando llegamos, nos fuimos a tomar un café con las amigas y compartir las compras.
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