martes, 18 de noviembre de 2014

TORRELAVEGA



¿Qué hacer un fin de semana de noviembre? Buscando opciones encontramos la feria FIBRATEX 2014 en Torrelavega, ¡Ya teníamos plan! Asique preparar maletas e ir para allá.
El fin de semana amenazaba lluvia, pero apetecía tanto, además era una feria de lana de ¡¡ALPACA!! Curioso, ¿no?



Llegamos el viernes tarde/noche, paseando por la ciudad, nos sorprendió la cantidad de tiendas de labores, abalorios, telas, artesanía que hay, y ahora, cómo combinar las visitas a las tiendas y a la feria.
Sorprendia el buen ambiente de las calles, nos miramos y sin dudarlo un momento, cogimos el toro por los cuernos, nos mezclamos los torrelaveguenses, para probar las bebidas y comida típica de la zona.
El sábado madrugamos y aprovechamos a ver las tiendas, comprar alguna cosilla y a la feria.




Había un montón de stands de diversas zonas de España y de Europa, una exposición, un grupo de señoras que nos mostraban como se convierte la lana después de esquilada en hilo y diversas labores que se pueden realizar y cómo no, las reinas de la feria, Alpacas.
También pusimos nuestro granito de arena en el urban Knitting.





El domingo lo dedicamos a pasear, visitar los monumentos de la ciudad, despedirnos de la feria hasta la próxima, y para no olvidarlo compramos alguna lana, algún botón y también nos llevamos algún dulce para disfrutar al regreso a casa








miércoles, 12 de noviembre de 2014

CASTAÑAS


Otoño, siendo el fruto por excelencia de esta época del año, las castañas. Sus propiedades son inmensas, tanto culinarias como  beneficiosas para la salud,  pero no voy a contaros nada de eso pues para ello hay cantidad de blogs.



Os cuento, he tenido relación con las castañas a lo largo de toda mi vida. Para  mí, no es sólo un fruto. Es una inmensidad de recuerdos;


De pequeña mis abuelos me enseñaron a recoger castañas para posteriormente durante los meses de invierno poder disfrutarlas, asadas, cocidas, en tarta etc.  Me preparaban bien, botas, guantes, gorro y bufanda, súper abrigadita, ya que empiezan los primeros fríos, las primeras lluvias, todo ello acompañado de la caída  de las hojas de los árboles, el aroma a hierba mojada, a mañanas de niebla,  paseos por el monte,  removiendo hojas para que aparezcan las castañas, etc. Y el regreso a casa con el cesto lleno.



Para luego durante las tardes lluviosas o de nieve, estar en la cocina al calor de la lumbre asando castañas y disfrutando de ellas calentitas. ¿Qué recuerdos más sabrosos?



Hoy en día, a pesar de los años pasados,  me siguen entusiasmando, sigo disfrutando de este fruto otoñal, no solo en invierno, las congelo y dispongo de ellas en cualquier época del año.
Va siendo hora de comer alguna ¿Os apetece una?